"No existe ninguna actividad investigativa que apunte a saber qué pasó con ellos, con los Novello", señaló Loyola, teniendo en cuenta que en la casa de los imputados se hallaron en su momento insumos como para recibir a recién nacidos. "Pañales, cremas, baberos, ropa de bebés", citó la representante de Infancia Robada en Rosario, indicios de que algo había ocurrido pero "nunca se indagó sobre eso, siempre sobre la víctima".
"Desde que la Hermana Pelloni dio nombres de personas con peso en la región (como el de Dante Binner -hermano de Hermes Juan Binner, actual Diputado Nacional-, quien había ofrecido su casa en varias oportunidades para que se le realicen controles a Montenegro) hubo gran preocupación política en el gobierno provincial", continuó Loyola, quien afirmó: "Se trató siempre de vincular a Liliana Montenegro con esta situación".
La sumatoria de datos como "para embarrar la cancha", los testimonios que no fueron más profundamente indagados, el silencio y la falta de respuestas desde el Ministerio de Seguridad como de la Secretaría de Derechos Humanos de la provincia, tampoco desde el Ministerio de Salud, ya que las historias clínicas solicitadas en un principio por las fiscales Marianela Luna y Lorena Aronne no se encontraban en el Hospital Eva Perón y a raíz de esto se solicita una pericia que resultó "traumática" para la mujer que brega por encontrar a sus bebés,la información ambigua tendiente a desestabilizar la causa que luego no es sometida con mayor rigor al argumentar "como la del Dr. Lamas, quien sostuvo que Liliana se le había sometido a una ligadura de trompas, es obsceno", detalló. Son sólo algunos de los indicios que se sostienen en medio de tanta duda sembrada, también, por los medios hegemónicos que responden a intereses económicos y políticos.
"No hay ningún argumento para que Liliana Montenegro invente esta historia", concluyó Loyola, quien se quejó porque "se la investiga a ella y no a los acusados, ponen otra vez la mira en la víctima, que es una persona de bajos recursos, vulnerable"
No obstante, Loyola afirmó que desde este caso develado en su momento por la Hermana Martha Pelloni, que se hizo eco de las súplicas de una mujer que no era escuchada, al menos algo ha cambiado. "Se ha logrado poner el tema en evidencia, ya han habido otros casos antes que el de Montenegro", enfatizó.
En el informe dado a conocer anoche por el Ministerio Público de la Acusación se señala que no se puede confirmar que la mujer oriunda de Zavalla haya cursado un embarazo ni que haya existido el parto vaginal que indicó el primer examen realizado por el Dr. Sánchez Caranicoli el 4 de agosto pasado, donde sí se establecía que Montenegro 'había estado embarazada' y había tenido un 'parto vaginal' pero, en rigor, no se podía especificar la fecha del parto.
Para finalizar, Loyola citó un dato que muestra lo inescrupuloso del manejo de datos y lo poco serio que se ha trabajado en materia investigativa. "La médica endocrinóloga firmó un parte médico en el que sostenía que Liliana estaba embarazada y dice que lo hizo porque Liliana se lo pidió. Eso no es nada, otro médico repite este parte sin controlar de ningún modo de manera fehaciente, como si los médicos se manejaran así, es una locura", puntualizó. Cualquier coincidencia con el accionar en el parte firmado por la médica policial Mónica Zelaya en el caso de Franco Casco, el joven encontrado muerto en el río tras permanecer detenido en la Comisaría 7ª de Rosario es pura coincidencia. O no.